Cuando me sale un plan de campo, naturaleza, hago como los perrillos, empiezo a mover la cola para que me saquen de paseo. Este domingo nos fuimos a Chelva a recorrer la Ruta del Agua. Y las imágenes hablan por sí solas: magia, misticismo… bucólicas. Eso y la tortilla de patatas y otros manjares que nos comimos y que no veréis, gracias a las buenas manos de Elisa y Ana. No sé porqué, pero la tortilla de patata siempre sabe mucho mejor en el campo!!.
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